Ganadora de la categoría Agricultura

Mirna vio partir a su esposo a las plantaciones de Santa Rosa a cortar café, mientras ella permanecía en la aldea El Duraznito con sus dos hijos. Su parcela apenas producía y el hambre los aquejaba. Se preguntaba que podía hacer para salir de aquella pobreza. Y pensó que, si procesaba el grano, obtendría más ingresos.

La mujer utilizó un comal para tostar y una piedra para moler, e invitó a otras mujeres a emularla y unir esfuerzos. Fue así como en 2015, fundaron Café María Xelapán que ahora también produce abono orgánico y dulces. “Me he capacitado y aprendido a sacar más provecho de lo que cosechamos. La lucha ha sido dura”, explica con rostro satisfecho.

La empresa no solo brinda empleo a las viudas y madres solteras de la localidad. También las alfabetiza y las apoya con una guardería y un hogar de día para los adultos mayores. “Contratamos maestras para que cuiden a los niños y a una enfermera para que atienda a nuestros ancianos. Así las mujeres pueden salir de su casa y trabajar”, añade.