“La discapacidad no debería ser un obstáculo para el éxito. Yo mismo he sufrido una neuropatía motora durante mi vida adulta, y no por ello he dejado de desarrollar una destacada carrera profesional como astrofísico y de tener una feliz vida familiar”, así describió su experiencia Stephen Hawking, en el Informe Mundial sobre la Discapacidad de 2011.
Este documento, elaborado por la Organización Mundial de la Salud, destaca que más de 1,000 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de discapacidad y que la mitad de esa población no suele recibir la atención que merece. En Guatemala, 1.6 millones de habitantes tiene alguna condición que limita o restringe su interacción social.
“Ninguna familia está preparada para recibir un diagnóstico para su hijo. Recibir el diagnóstico es doloroso y eso no significa que no querramos a nuestros hijos”, dice Aura Guitrón de Estrada, coordinadora del Departamento de Orientación Familiar del Instituto Neurológico de Guatemala (ING), entidad que brinda más de 170 mil horas anuales de terapias y educación especial a niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual.
Vida plena y digna
Cuando una familia recibe la noticia es necesario que cuente con acompañamiento psicológico para afrontar el proceso de duelo y despedir al niño idealizado. Paralelo a esto, los padres deben prepararse para los cambios, pues su hijo requerirá de más cuidados y atención.
La experta, quien es madre de un niño con Síndrome de Down, asegura que, si las familias están bien emocionalmente y los menores reciben la atención médica adecuada, tendrán un mejor rendimiento.
“Es indispensable acompañarlos en su proceso de adquirir habilidades para que lleven una vida independiente y plena, quienes así puedan, y quienes no lo pueden lograr porque su diagnóstico está muy comprometido, podrán llevar una vida con dignidad”, destacó.
En Guatemala, desde 1961, el ING promueve el desarrollo integral de niños y jóvenes con discapacidad intelectual, mediante los servicios de intervención temprana, educación especial, terapia del lenguaje y fisioterapia entre otros. Mientras en 2018, el Grupo Financiero Bantrab implementó el programa Mundo Sin Barreras para otorgar pasantías a alumnos de esta institución.
Tú puedes apoyar al Instituto Neurológico de Guatemala apadrinando a un niño o joven, por medio de un donativo de Q100 mensuales. Para más información, visita la página https://www.institutoneurologicodeguatemala.org/