España es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) donde los trabajadores optan por jubilarse antes de tiempo. En 2020, 1 de cada tres de los retirados tenía 65 años y 10 meses de edad, mientras que 2 de cada 3, tenía 63 en promedio.

España amplía, año con año, la edad ordinaria de jubilación para intentar sostener el sistema de Seguridad Social. La ley española establece como edad ordinaria los 65 años y 10 meses. La otra alternativa es retirarse con 65 años cumplidos si las personas tienen al menos 37 cotizados. Otra opción es la que estrictamente se conoce como jubilación anticipada y consiste en retirarse antes de los 65 años. Con algunas excepciones y condiciones, para optar al retiro antes de cumplir la edad en ley es tener al menos 63 años y 35 cotizados.

Jubilarse anticipadamente conlleva una reducción de la pensión. Por cada año anticipado se resta un 8% del monto que se cobraría de esperar a la edad legal. Pero las estadísticas dan cuenta que esa penalización no es un disuasivo eficaz, pues quienes se retiran de la vida laboral reciben un promedio de €500 mensuales.

España tiene previsto aumentar progresivamente la edad actual de 65 años y 10 meses hasta alcanzar los 67 años en 2027. De igual forma, más de la mitad de los 36 países que conforman la OCDE prevén aumentar la edad de jubilación de una media actual de 63.8 años a una de 65.9 años en 2060.