12-4- 2018

Bajo el pseudónimo Satoshi Nakamoto, un informático anónimo registró en 2008 el dominio Bitcoin.org y publicó la descripción de una moneda virtual que serviría para comprar bienes y servicios bajo el sistema peer-to-peer (P2P), es decir, sin intermediación financiera y sin regulaciones gubernamentales ni monetarias. De tal forma que el comprador y el vendedor harían transacciones directamente.

El momento era propicio. La quiebra del banco estadounidense de inversiones Lehman Brothers había sacudido el mundo y precipitó la crisis económica mundial. La efectividad de las entidades supervisoras era cuestionada. Así que, el 3 de enero de 2009, Nakamoto hizo la primera operación con criptomonedas.

El bitcoin ganó popularidad. Garantizaba el anonimato de los usuarios y reducía, de forma significativa, las comisiones por intermediación. Sin embargo, también sufrió reveses como la captura y condena de Charlie Shrem, CEO de BitInstant y miembro del Consejo de la Fundación Bitcoin, quien confesó haber facilitado transacciones a un comprador de Silk Road, un sitio en Internet Profunda que ofrecía mercadería ilícita, como drogas y armas. Y el segundo, la quiebra de Mt. Gox, la mayor casa de cambio de Bitcoins.

La moneda digital sobrevivió a los escándalos. El número de comercios que la acepta como medio de pago aumentó y su precio alcanzó su máximo histórico en diciembre pasado. A diferencia de las divisas, tienen emisión limitada. No se podrá crear más de 21 millones, aunque cada uno puede fraccionarse en 100 millones.

Beneficios y riesgos

Los promotores de las criptomonedas dicen que una ventaja es que puede transferirse a cualquier hora y desde cualquier lugar, sin límite en el monto de los pagos o comisiones por intermediación. También garantiza el anonimato de los usuarios con operaciones encriptadas.

 

Conozca más sobre la llegada de los bitcoins en este enlace.