Vas caminando por la calle, te tropiezas y caes al suelo. Los golpes te obligan a someterte a análisis de sangre, un par de radiografías y una tomografía. A pesar de todo, estás tranquilo. Cuentas con un seguro médico que cubrirá los gastos.
Sin embargo, cuando vas a pagar, te encuentras con dos facturas. Una corresponde a los exámenes de laboratorio, radiografías, honorarios de los médicos generales y costos de hospitalización; y la otra al de los servicios del neuorólogo que descartó un daño cerebral. Eso sucede porque alguos servicios médicos están cubiertos por la red de proveedores de tu seguro y otros no.
La red de proveedores es la lista de médicos, hospitales, laboratorios y otros servicios y profesionales de la salud que tienen relación con tu plan. Por tanto, te darán atención con una tarifa preferencial.
Por eso, a la hora de contratar un seguro de salud, es importante poner atención al costo, a las coberturas que te ofrecen o al nombre de la compañía que te venderá el servicio. También es aconsejable que revises la red de proveedores.