31 Julio 2017

Por Raúl Sandoval

Utilizar una tarjeta de crédito conlleva beneficios y responsabilidades. Se trata de una herramienta que te permite realizar compras y pagar después. No es dinero extra.

Antes de adquirir la membresía, debes leer el contrato y revisar las condiciones que te ofrecen. Calcula el interés real que pagarás por el servicio. Multiplica la tasa mensual por los 12 meses del año. Si pagas 3.2 por ciento mensual, estarás pagando 38.4 anual.

Es importante saber cuál es la fecha de corte y cuál la de pago. La primera se refiere al último día de un período o mes de compras, mientras que el segundo es la fecha límite para cancelar tu saldo.

Utilizar tarjetas de crédito tiene ventajas. La primera es que puedes fraccionar los pagos en cuotas, las llamadas “visacuotas”, sin que te cobren intereses. Eso, siempre que canceles puntualmente. La segunda, que los plásticos son aceptados como medio de pago en la mayor parte de establecimientos y no tienes que llevar contigo dinero en efectivo. Y la tercera, que los emisores ofrecen a sus clientes beneficios adicionales como premios, millas aéreas, puntos canjeables y descuentos.

Sin embargo, debes ser muy cuidadoso y evitar sobre endeudarte. Te recomendamos:

  • No compres artículos innecesarios que al final solo constituyen un sobrecargo en tu crédito.
  • Programa el pago de tu tarjeta como un gasto mensual.
  • No te limites a cancelar la cuota mínima. Si lo haces, solo estarás aplazando el cumplimiento de tus compromisos y aumentando el saldo.
  • Revisa tus vouchers y compáralos con tus estados de cuenta para cerciorarte que no haya cobros extra.
  • Sé puntual y paga en la fecha estipulada por el emisor.
  • Si cancelas el saldo de tu tarjeta con cheque, procura hacerlo con suficientes días de antelación para que los fondos sean acreditados antes de que venza la fecha de pago.

El secreto de un buen tarjetahabiente es no gastar más de lo que puede pagar.