4 Octubre  2017

Por Samanta Guerrero

Juan Carlos Sagastume nació en 1971 y, a los 20 años de edad, después de graduarse de Bachiller en Ciencias y Letras, conquistó su primer desafío deportivo: recorrer 6,500 kilómetros en 85 días en doce países europeos. Además de un entreno continuo, el atleta se vio obligado a conseguir dos empleos para costear su aventura. El apoyo de sus padres fue decisivo para lograrlo.

Sagastume se trasladó a Suiza para estudiar hotelería, industria a la que se dedica su familia, y allí empezó a practicar ciclismo de montaña. Sus tiempos eran tan buenos que representó a Guatemala en un campeonato mundial.

El atleta se impuso pruebas cada vez más desafiantes. En 2002, participó en la Marathon des Sables. Recorrió 230 kilómetros en el Desierto del Sahara junto a otros 599 corredores y se situó en la casilla 34. Dos años más tarde, obtuvo el segundo lugar en la Yukon Arctic Ultra, una competencia de 510 kilómetros que culminó en seis días, sin parar, a temperaturas promedio de 40 grados centígrados bajo cero.

Los retos extremos continuaron. Sagastume remó durante 65 días y 13 horas en el océano Atlántico los 5,280 kilómetros que separan las islas de La Gomera, en España, y Antigua, en El Caribe. También escaló los 37 volcanes de Guatemala en ocho días, y corrió 22 ultra maratones, equivalentes a 1,000 kilómetros, durante 22 días consecutivos en cada uno de los departamentos del país.

Las ultra competencias se sucedieron una tras otra. Entre las más recientes, está la triatlón Doble Ironman de Oregon (Estados Unidos), en la que participó el año pasado obtuvo el primer lugar. Además, la Quíntuple Ironman, celebrada en León, Guanajuato (México), en la que nadó 19 kilómetros, recorrió 900 en bicicleta, corrió 210 y rompió el récord mundial impuesto por un austriaco.

En la actualidad, Sagastume se prepara para una Triple Ironman, que se realizará el próximo mes en Virginia (Estados Unidos). “Serán 12 kilómetros de natación, 540 kilómetros en bicicleta y 126 kilómetros de carrera sin parar. Lo importante es tener fe en lo que se hace y creer en uno mismo. Cuando alguien les diga que no, sigan adelante con constancia y disciplina”, puntualiza.