Una buena relación con el banco se construye a partir de una apropiada administración de los ingresos.

De acuerdo con el Banco Mundial, el acceso financiero conecta a las personas con el sistema bancario formal, facilitando la vida cotidiana y permitiéndoles generar activos, mitigar las crisis relacionadas con emergencias, enfermedades o lesiones y realizar inversiones productivas.

A lo mejor ya tienes un préstamo, una tarjeta de crédito o algún otro producto financiero, pero aún no has comenzado a construir tu futuro.

Si este es tu caso, te recomendamos elaborar un presupuesto mensual para identificar en qué gastas más. Aplicaciones como Wallet, Money Manager, Registro Contable o Mobills, entre otras, te ayudarán a elaborar un plan de ingresos y egresos, y puedes priorizar tus necesidades.

Incluye un fondo de reservas para imprevistos en tu presupuesto. Esto te dará tranquilidad y garantizará tu solvencia a la hora de una emergencia. Si estás pagando un préstamo o tienes una tarjeta de crédito, anota en un calendario la fecha de pago y cumple puntualmente con tus obligaciones, así evitarás cargo de intereses.

Utiliza tu financiamiento para el propósito que lo solicitaste y evita considerar la tarjeta como dinero extra. Procura abonar más del pago mínimo señalado en el estado de cuenta. También revisa mensualmente los estados de cuenta y conserva los comprobantes de pago.

Si te atrasas en tus pagos, acércate a tu banco para encontrar una solución. Recuerda que un historial crediticio sano, te abrirá la puerta a otras opciones de financiamiento.

Por el contrario, si aún no tienes una relación con un banco y estás interesado en comenzar una, lo primero que debes hacer es verificar que la institución esté supervisada por la Superintendencia de Bancos, luego conocer las condiciones crediticias y los beneficios que te ofrece.

 

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