Por Jéssica Osorio

Adquirir un préstamo es una excelente opción para salir de apuros o para emprender un proyecto personal, sin embargo, debes tomar en cuenta un ingrediente clave para no fallar en el intento: tu capacidad de pago. Porque de tus ingresos depende todo: hasta cuánto te pueden prestar, el cálculo de las cuotas, el cumplimiento de tus otros compromisos, etc.

Una vez te otorguen el financiamiento, tu organización y disciplina serán la base para salir adelante. Recuerda que un atraso tendrá diferentes impactos, en tu record crediticio, en los intereses y hasta en el tiempo contemplado para el pago de este compromiso. Por eso, acude a esta solución sabiendo que no es un regalo sino una deuda que debes honrar y de la que no debes abusar.

La reconocida bloguera nicaragüense Elaine Miranda lo explica bien: “El crédito no es ni bueno ni malo, su abuso sí lo es y dependerá de vos (sic) sacarle el máximo provecho o desperdiciarlo”.

Para sacarle provecho, debes garantizar la salud de tus finanzas personales, lo cual implica una capacidad de generar liquidez, es decir, que llegues a la fecha de pago con dinero; también se refiere a medir nuestro nivel de endeudamiento.

Acá hay varios aspectos a tomar en cuenta:

  • Lo que destinamos al pago de nuestra deuda no debe ser mayor al 30 por ciento del ingreso neto mensual.
  • Debes procurar un ahorro consistente en el 10 por ciento de tu ingreso mensual neto (después de impuestos).
  • Ten un fondo para imprevistos que sea tres veces tu sueldo, mejor si es seis veces mayor.
  • Aprovecha la negociación de créditos. Puedes reestructurar los plazos y tasas de interés.

Nuevamente, te hacemos estas recomendaciones:

  • Lee las condiciones del crédito y pregunta por los términos a pactar en el contrato.
  • Prepara un presupuesto para asegurar el pago puntual del compromiso.
  • Evita endeudarte en exceso.
  • Recuerda que pagar puntual mejora el récord crediticio.