El golpe del COVID-19 a la economía del mundo es el más fuerte desde la Gran Depresión de 1929. El Fondo Monetario Internacional anticipa una contracción de 3% para 2020. La proyección del Banco de Guatemala es que el país crezca 0.5%.

Controlar los gastos es vital en estas circunstancias. Sin embargo, existe la opción de recurrir a un préstamo para atender una emergencia. Eso sí, sabiendo cuál es el que más se ajusta a cada necesidad.  “Antes de solicitar financiamiento es necesario analizar las condiciones. La tasa de interés, el plazo y la forma de pago deben ser favorables. El deudor también debe evaluar la cuota y establecer si tiene capacidad para pagarla sin comprometer sus gastos de alimentación, vivienda, educación…”, advierte Alex Aquino, Gerente de Banca de los Trabajadores de Bantrab.

Estos son los tipos de créditos que ofrece el sistema financiero guatemalteco:

De consumo

Es aquel que se otorga a una persona individual y no excede los Q3 millones o los US$390 mil. Su destino es  financiar la compra bienes de consumo o el pago de servicios no relacionados con actividades empresariales. Se paga a corto y mediano plazo y normalmente las tasas de interés son altas.

Microcrédito

Es  el otorgado a una persona individual o jurídica que no excede los Q160 mil o los US$20,800. Se utiliza para financiar la producción y comercialización de bienes y servicios.

Hipotecario para vivienda

Está destinado para la adquisición, construcción, remodelación o reparación de vivienda. Se caracteriza por tasa de interés más bajas y plazos más largos. La garantía es el bien inmueble.

Empresarial

Es concedido a personas individuales o jurídicas destinados  a la producción y comercialización de bienes y servicio en sus diferentes fases.

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