¿Fumas, comes o consumes más licor desde que empezó el aislamiento? Descuida, no solo te pasa a ti. Lo importante es que identifiques tus emociones y aprendas a gestionarlas. Aquí te damos algunas recomendaciones.
Sabemos que combatir la ansiedad con ejercicio, es más saludable que asaltar el refrigerador; o que consumir nicotina o bebidas alcohólicas en exceso tarde o temprano nos causará problemas de salud.
Existen tres factores que agravan el estrés provocado por el aislamiento: el cambio, el miedo y la incertidumbre. El primero se refiere a la ruptura abrupta de rutinas, hábitos y estilo de vida. De un día para otro, cambió la forma de saludar, de transportarnos, de trabajar y estudiar, de ir al supermercado, de celebrar los cumpleaños, de ejercitarnos. Dejamos de asistir a reuniones religiosas, culturales, sociales y deportivas.
El segundo es causado, sobre todo, por el temor al contagio y a la muerte de familiares o personas cercanas que corren más riesgo por su edad o estado de salud. También al temor de ver disminuidos los ingresos y ser incapaz de cubrir los gastos o cumplir con las obligaciones personales y familiares.
Y el tercero se refiere a la falta de certeza. No sabemos cuándo volverán los niños a clase y los adultos, al trabajo. Tampoco bajo qué condiciones será ese regreso. Ni cuándo descubrirán la vacuna y la producirán. Tampoco cómo saldrá el mundo de la recesión económica.
Si embargo, aunque existen motivos que justifican sobradamente el estrés y la ansiedad, resulta contraproducente encontrarn un escape en el cigarrillo, la comida o la bebida. Estas son algunas recomendaciones que dan los expertos para evitarlo.
- Evita la sobreinformación. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomienda limitar el tiempo para escuchar noticias revisar redes sociales. Si tu trabajo no depende de ellas, infórmate una vez al día por media hora y libérate.
- Cambia la perspectiva. No estás aislado, estás protegiendo tu salud y la de los tuyos.
- Utiliza la tecnología para mantenerte cerca de tu familia y amigos. El centro aconseja hablar con parientes y amigos que te den paz mediante videollamadas grupales. Eso sí, dejando de lado el tema del COVID-19.
- La nutricionista Tania Sanz, en su blog Habitualmente, recomienda hacer una lista de las conductas negativas que hemos adoptado, describir qué sensación nos producen e identificar cuándo somos más propensos recurrir a ellas. La idea es encontrar una que nos proporcione la misma sensación para sustituirlas.
- Haz ejercicio, respira profundamente y medita.
- Establece rutinas para el día.